viernes, 28 de agosto de 2009

A mis viejos se les apareció el diablo

Por allá por los 50as..(cincuentaicinco o cincuentaisiete.?)..mis padres, Dn.Andrés Carlos y Doña. Maruja pololeaban, o andaban de novios. Ella por esos años, hija de un General de la policía, había conseguido un puesto en la administración pública y Andrés trabajaba como empleado público en la misma oficina. Andrés era Bombero de la Sexta Compañía de Santiago. Los Viernes como ya era un rito, Andrés, se juntaba a comer con sus compañeros de bomba a eso de las 6 de la tarde, y la conversación fluía tanto como los bajativos. Ese Viernes 3 de Marzo, se encontraba de invitado ocasional un hermano de un voluntario, se llamaba Ariel y era sacerdote. Entre tragos y risas el tema que entró furtivamente en la mesa fué la cuestión del bién y del mal, pero decantó en la discusión si ambos conceptos valóricos podían tener representación física. Y empezaron las teorías, las bromas y los comentarios de la representación personal de algunos de los comenzales. Sin embargo, de pronto el sacerdote irrumpió, con una certeza fuera de ese contexto exclamando.."..el Diablo exíste!!....las visiones de exorcizados, las imágenes medievales, las imágenes paganas en Mesopotamia y Persia..rescatan razgos comunes de lo que seria Satanás hoy en día..aquí!..sentado en ésta mesa..!!" Unos ya medio aturdidos lo miraron con certidumbre, otros murmuraban en voz alta...y a mi viejo, después de menoscabar totalmente los argumentos del sacerdote,no se le ocurrió decir nada mas que: "..a ver!!...y si existe el Diablo..que se me aparezca!!..lo desafío!!.." y lo dijo 2 veces más.. y se sentó. De ahí en adelante la conversación decayó abruptamente..se produjeron silencios, y algunos contertulios pidieron el vale de consumo.
Los viernes, siguiendo el mismo rito, Andrés se juntababa con Maruja en el Parque Forestal y bajaban pololeando por el Parque Japonés, hasta la casa de ella en la calle La Concepción. Ese Viernes..se encontraron frente a la embajada de EEUU y luego de un beso y un abrazo iniciaron su paseo.Ya no había sol y comenzaban a sentirse las frias brisas de marzo. Sin embargo muy pronto, antes de llegar a la Fuente Alemana, Maruja se dio cuenta que un auto negro muy elegante, pegado a la vereda, se deslizaba a la misma velocidad que ellos caminaban. El asunto no la conmovió mucho hasta que observó que en el asiento del copiloto, alguien se ensañaba en saludarla y hacerle morisquetas con el rostro y señas con las manos.. Ella aún relata: "..era una cara alargada..era como una mascara muy pegada al rostro..era pálida y gris..sus muecas eran horribles y me provocaron rechazo y mucho miedo..me pedía que nos acercaramos al auto.." Maruja, codeó fuerte a Andrés y lo instó a mirar el auto y al tipo de la ventanilla (..mi viejo, se me había olvidado decirles, era miope y usaba esos clásicos anteojos "poto de botella".Bueno, de hecho hoy está totalmente ciego producto de un glaucoma mal diagnosticado.) Y la verdad es que si bién recuerda el auto, jamás pudo enfocar al tipo de las muecas. Mi madre entrando en un colapso de horror..se pone a llorar y abraza a mi padre y la primera frase que puede decir al levantar la vista y mirarlo es...Andrés era el Diablo!!...acabo de ver al Diablo!!...nos quería hablar!!..Mi padre sintiendo uno de esos grandes y escasos escalofríos que llegamos a sentir, recordó sus aventuradas y desafortunadas palabras hace no mas de 90 minutos en el cuartel ,y llegando a la casa de sus suegros..con voz arrepentida y asustada le relató su intervención de esa tarde.
Para poder hacer de ésto más que una coincidencia macabra, Andrés desafió por años a sus amigos de mesa sobre cual de todos le había hecho la broma..nunca nadie reconoció tener que ver con el asunto.